BLOODBORNE

La fama tiene un precio. O eso dicen.


Antes de ser arrojado a los lobos por hater, creo que sería conveniente leerse todo el artículo, y ya si eso se me puede criticar… o no, quién sabe. Porque la primera conclusión a estas notas es tan rápida como evidente:claro que sí es postivo.


PlayStation 4 lleva ya un tiempo entre nosotros, en concreto un año y unos cuatro meses. Y en todo ese tiempo no es ningún secreto que no ha sorprendido tanto como la gente esperaba. ¿Culpa de Sony, culpa de la consola? Pues en parte, pero sin duda gran parte de culpa está en la propia comunidad, que por algún motivo esperaba un poco demasiado más de la cuenta.


Es muy posible que se trate porque gran parte de esta comunidad es relativamente joven, y no ha vivido muchos lanzamientos de consolas. Yo por mi parte he “sufrido” unos cuantos, y debo decir que no veía, ni veo nada extraño, en estar un mínimo de un año con tan sólo uno o dos juegos. Lo que tampoco quiere decir que esos juegos fueran especialmente buenos, tan sólo los que mejor se adaptaban a mis gustos.


En cualquier caso, los exclusivos de PlayStation 4 hasta el momento no han conseguido una crítica positiva unánime, y todos, en mayor o menor caso, han sufrido críticas negativas por algún motivo. Demasiado cortos, demasiado simples, demasiado conservadores, demasiado ambiciosos… Cualquier motivo que sacara al juego de un estándar era válido para atacarlo.


Ahora sin embargo, hemos llegado a una situación nueva. Un juego, que a pesar de haberse visto con buenos ojos desde el principio, no llamaba demasiado la atención por estar a la sombra de otros. Esas sombras ahora han menguado y le toca el turno a Bloodborne de brillar.


Y vaya si lo está haciendo… La expectación creada con este nuevo título ha ido aumentando sin parar. Cada nuevo vídeo, imagen, o la propia beta nos iba dejando con ganas de más y más. Un juego nacido de las bases de Demon’s Souls(From Software, 2009), que a su vez bebe de muchos otros, donde casi todos cumplen una premisa: no es un juego apto para cualquiera.





Bloodborne está gustando. A un día de tenerlo oficialmente entre nosotros no paran de lloverle alabanzas, y hacía tiempo que un juego no creaba tanto hype entre la comunidad, posiblemente el primero en esta nueva generación. Sus notas apenas bajan del sobresaliente, y los medios donde no puntúan lo ponen por las nubes… Pero yo me pregunto, ¿porqué tanta unanimidad?


Esto realmente no es malo, al menos de primeras; si un juego es bueno, lo es y punto, hay que rendirse a la evidencia. Sin embargo, como comenté antes, cuando un juego -sobre todo triple A- recibe críticas negativas, a menudo es por haber hecho algo diferente. Killzone Shadow Fall (Guerrilla Games, 2013) fue criticado por cambiar su estilo de juego -a pesar de que era evidente, por ser un spin off-; Evolve (Turtle Rock, 2015) por ofrecer justo lo que prometía, un giro de tuerca al shooter multijugador; y si hablamos de The Order: 1886 (Ready at Dawn, 2015) le han caído palos de todo tipo, casi todos por su estilo único, casi de película.


Bloodborne en cambio no parece estar recibiendo ningún tipo de crítica, al menos de nada importante. ¿Es posible que eso quiera decir que no se ha atrevido a innovar? Tal vez, digo yo, ¿han optado por un enfoque más conservador, usando las fórmulas de éxito de sus anteriores juegos, en lugar de hacer algo totalmente nuevo? ¿Es entonces Bloodborne un Demon’s/Dark Souls puesto al día?


Desde luego lo que se ha visto hasta ahora, incluida la beta, no han mostrado grandes novedades. El estilo de juego, ambientación, movimientos, enemigos, etc, todo tiene un regusto conocido, aunque sea muy bueno. Si fuera una entrega más de esos títulos sería más comprensible, pero tratándose de una nueva ip,¿no hubiera sido más adecuado un enfoque algo más único?


En fin, para ir terminando ya, Bloodborne está recibiendo muy buenas notas, y está gustando mucho en general, y no hay duda de que eso es algo bueno. Sin embargo por otra parte, es muy posible que haya intentado contentar a todos, sobre todo a los fans de sus antiguos juegos, con un acercamiento conservador. No creo que nos importe demasiado, al menos en principio, y de seguro lo vamos a disfrutar como enanos; pero como un amante de las rarezas que soy, creo que deberían haber arriesgado más, incluso a costa de no contentar a todos.